Historia

    El 12 de octubre de 1904, nace "Morita Sigetoshi" (森田茂利) en el distrito takaoka, prefectura Kochi en la isla Shikoku. Descendiente del Clan Mori, una de las castas samurái de la ascendencia Genji Seiwa por la línea de Minamoto no Yoshiie a través de su séptimo hijo, Minamoto no Yoshitaka. Este clan pertenecía al Daimyo hasta el periodo Meiji en que su familia se hace parte de la nobleza con títulos de Vizcondes hasta el periodo posterior Taisho.

    En aquel entonces Japón estaba muy convulso debido a las revueltas comunistas, persecuciones religiosas y crisis económica. Esto hizo que creciera un sentimiento nacionalista de regresar a la ética, moral y cualidades perdidas en años anteriores. En uno de aquellos días el joven Morita se presentó a los rigurosos exámenes de admisión del Bujutsu Senmon Gakko ó Butokuden perteneciente a la Dai Nippon Butoku Kai. Las enseñanzas marciales recibidas dentro de su familia le ayudaron a pasar con facilidad aquellos rigurosos exámenes de admisión para pertenecer a esta escuela. Luego de algunos años de práctica bajo su duro régimen marcial se gradúa con honores.

Después de su graduación Morita ingresa al ejercito donde forma parte de la infanteria de la guarnición de Kwantung (tropa elite del ejercito imperial).  Este ya era manipulado por el grupo radical Kodoha que pretendia un retorno al shogunato. Previendo él la manipulación que iba a tener esta guarnición al ser convertida en ejercito decide desertar del mismo,  su argumento era sencillo, no quería participar de forma activa en una guerra donde tendría que matar a personas contra las que él no tenía ningún motivo personal para hacerlo. Morita llega a costas cubanas el 17 de diciembre de 1925. Durante este tiempo trabajó como sirviente en la casa de un funcionario de la embajada de los Estados Unidos en Cuba. En 1942 Cuba declara la guerra a Japón como parte de la II Guerra Mundial, y dicta una ley en la que se declaraban a los japoneses como “extranjeros enemigos”. Se confiscaron todas las posesiones y se enviaron a una prisión modelo en la isla de pinos (hoy Isla de la Juventud). Paradójicamente Morita pasó cuatro años de encierro por una guerra que nunca deseo lo que le había costado la separación de su familia, hasta que en 1946 fue puesto en libertad.

El maestro Ricardo (loco) Valdez 

en sus practicas 

bajo la tutela de Morita 

en sus primeras clases

en el dojo "Cascante" 

de Centro Habana

       Luego de su excarselamiento, regresó a su trabajo como mayordomo pero en esta ocasión el dueño de la casa le pidió que enseñase a sus hijos el arte marcial que él conocía. Esto lo comenzó hacer en el patio de la casa hasta que un niño cubano que venía a ver las prácticas fue invitado a participar de las mismas. Morita le regaló un judogi o kimono y así se introdujo este muchacho que jugaría un papel importante en el desarrollo posterior de la escuela de Morita, su nombre era Ricardo (el loco)  Valdez. Unos años después este muchacho comenzó a aprender el Judo con su autorizo y se incluyó en diferentes competencias logrando un renombre nacional en esta disciplina de cinco veces campeón nacional. Un amigo suyo de Judo (Francisco Cascante) adquirió un gimnasio e invitó a Valdez a participar junto a él de la clase, este último le pidió si era posible darle un espacio de clases a Morita, lo que Cascante aceptó y así comenzó sus clases Morita en un gimnasio oficial de entonces. 

Primera escuela de Morita. 

En aquel entonces utilizaban el obi 

al estilo antiguo de la Butokukai. 

Años después el propio Morita 

lo dejo de uitlizar cuando supo 

de la desintragación de tal institución

   Es bueno entender que esta época era muy difícil para un emigrante japonés debido a lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial, muchos eran discriminado en los trabajos y a la vez motivo constante de burlas callejeras, así que lo que Morita comenzaba allí y que duró dos años era más que una escuela, era el despertar moral de un samurái en Cuba.

  Dos años más tarde Morita trasladó su escuela a varios lugares hasta que al final se asentó en el municipio de Marianao en la Habana, donde desarrolló su escuela hasta el último momento de sus días cuando murió producto de una neumonía por la humedad de la inundación que dejó un huracán, tratando de preservar el lugar y sus bienes (el 15 de agosto de 1982). 

Eusebio Hidalgo, Soke

    Morita enseñaba sobre la base de su Budo (lo aprendido en su familia, en la Busen y el ejército) y no bajo los requisitos de programa alguno de ninguna asociación. Así enseñó el trabajo a manos libres, con armas y contra varios atacantes. Morita dejó una estela de practicantes del arte y muchos de ellos recibieron reconocimientos nacionales e internacionales en otras artes como el Judo, Karatedo y Jiu Jitsu deportivo.

Primeros alumnos 

de la nueva escuela 

Morita Ryu (1993)

En 1993, se logra reabrir la escuela, ahora bajo la tutela de uno de sus alumnos en la década del 60, Eusebio Hidalgo Gómez, quien hoy en día es el presidente honorifico de la “Asociación Nacional de Jiu Jitsu”, agrupando varios estilos internacionales y con el “Morita Ryu” a la cabeza de todos como el arte tradicional heredado del Renshi Morita. 
En la actualidad existen más de cien escuelas en toda la isla.